lunes, 30 de enero de 2012

Y el tren siguió corriendo

Y el tren siguió corriendo, impasible, hacia su prefijado destino...
Transportó pacientemente a todos, sin distinguir entre el amargado o el dichoso!
Tampoco dejó de transportar a quienes decían que viajar en aquel tren era necesariamente una obligación
El tren a nadie se negó jamás...
Y a todos ofreció la oportunidad de realizar un viaje espléndido y feliz, así como la garantía de llegar al deseado destino...
Este viaje en tren fue gratis, así, todos o casi todos quisieron estar en el...
Dentro del tren se ejercitó la libertad donde se podía ir hacía adelante o hacia atrás, cabe mencionar que a veces se debían modificar los vagones o dejarlos intactos según el criterio de los pasajeros...
Se pudo disfrutar del paisaje, enamorarse del compañero de asiento, entablar gustosas conversaciones con los vecinos de viaje, o simplemente mirar nuestro reflejo en el vidrio sin mayores pensamientos...
Y por supuesto hubo quienes rechazaron el viaje criticándolo con acritud...
Y el tren seguía corriendo, impasible, hacia su prefijado destino...

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